Trabajando y Jugando

Lanean eta Jolasean.José Ramón Urtasun

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jueves, 20 de diciembre de 2007

HAU JAUNGOIKOA DA

Publicado por Patxi Goñi

Dios fue cantero de piedras antes de hacerse inmortal. Aprendió a cargar la roca con la espalda doblada y una flexión del cuerpo que no está al alcance de los que mueren. De esa manera tan audaz, pudo levantar el peso de la tierra y llevarlo a hombros como una pluma para nosotros. Dios hizo un cubo pesado con nuestras miserias y se lo subió a la altura de la garganta, hasta ese listón donde un forzudo deja de ser humano y se convierte en Bestia para siempre.

Hoy sabemos que el hombre se esfuerza en beneficio de otros, ya no sujeta paredes para superarse. La Naturaleza sigue ofreciéndole material, pero él ha decidido tomarlo para construir palacios que no son suyos, y ermitas que no visita, y torreones a los que no puede acceder. Monta el granito como su padre amontonó el mármol de Egipto, es un esclavo de pirámides nuevas. Y cuando el templo esté acabado y haya una tumba para el poderoso, sus cenizas de siervo serán puro polvo a la intemperie.

No nos queda más remedio que aprender de Dios, así que los más sublimes de entre nosotros se hacen maestros del mineral, se vuelven su imagen y semejanza. En muchos pueblos de las montañas crecen muchachos de valor que se adentran en la brecha del monte y sacan tesoros en forma de roca. Emplean el tiempo en tallarla y limarla de salientes, transforman la piedra en escultura. Sin embargo, ésta no va a ser una belleza apagada, ni un homenaje en reposo, ni un peso para adornar. Será un objeto vivo todos los días, un niño duro que el padre subirá a sus brazos para mecerlo hasta que se duerma.

Dominar una piedra salvaje es lo mismo que soportar la carga de todo lo que somos. En una comunidad de hombres justos, cada uno entrega al cantero su resto de dolor, su cuota de sufrimiento, su porción de criatura miserable. Entonces aquél sabrá elaborar un hatillo con lo que haya, una bola gigante de infinitos jirones. Cogerá el aire que le falte y levantará la inmensidad como un trofeo.