KORRIKALARI
De la gesta de un mensajero griego nació el maratón, su recorrido se convirtió en modalidad para una olimpiada. Siglos más tarde, los que combatían se acostumbraron a transmitir las órdenes haciendo cientos de kilómetros dentro de las trincheras. La tierra excavada se extendía a lo largo del frente, surgió una forma de vida a dos metros de profundidad y hubo emisarios corriendo leguas con una antorcha en la mano. Dicen que la guerra terminaba primero en una zona de aquellas galerías y que la noticia no llegaba a los demás hasta muchos días después.
El andarín de cada pueblo se entrenaba en origen para no desfallecer caminando, para no ser presa de bandoleros, y para alcanzar la meta con el mismo documento con el que empezó.
Exposicion
ongi etorri
Apuntes sobre mi exposición de pintura titulada: "Trabajando y Jugando".
Con este título, trato de sintetizar el contenido de mi trabajo pictórico desarrollado durante los tres últimos años en una veintena de cuadros.
Trabajo, Juego, Trabajo, Juego, Trabajo… esta es la pauta, la constante que marca el ritmo de esta obra, en todos y en cada uno de los cuadros.
Trabajando se forjó nuestra cultura, nuestra forma de ser. El desafío, la fuerza y la destreza cruzadas permanentemente entre iguales, respetando en todo momento las condiciones de cada contrincante. Después del trabajo llegó el ocio, el tiempo libre, y con éste el juego como expresión de madurez social y cultural. Cultura nacida del "que hacer" diario, jugando a trabajar, exhibiendo con orgullo los logros alcanzados en su destreza laboral. Los avances constantes en el trabajo significaban para el individuo una mayor madurez como ser inteligente, como persona, como comunidad y en definitiva como miembro de un pueblo.
Con este título, trato de sintetizar el contenido de mi trabajo pictórico desarrollado durante los tres últimos años en una veintena de cuadros.
Trabajo, Juego, Trabajo, Juego, Trabajo… esta es la pauta, la constante que marca el ritmo de esta obra, en todos y en cada uno de los cuadros.
Trabajando se forjó nuestra cultura, nuestra forma de ser. El desafío, la fuerza y la destreza cruzadas permanentemente entre iguales, respetando en todo momento las condiciones de cada contrincante. Después del trabajo llegó el ocio, el tiempo libre, y con éste el juego como expresión de madurez social y cultural. Cultura nacida del "que hacer" diario, jugando a trabajar, exhibiendo con orgullo los logros alcanzados en su destreza laboral. Los avances constantes en el trabajo significaban para el individuo una mayor madurez como ser inteligente, como persona, como comunidad y en definitiva como miembro de un pueblo.
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